Nuestros verdaderos Enemigos ocultos.. JR

Día a día nos encontramos con diversas realidades que se destapan solas como rebosando el agua por las alcantalliras. Estámos destapando este alcantallirado de corrupción, crimen, impunidad y otros muchos elementos que taponan el flujo y corriente de una gran empresa y nación. Lograremos dar el revolcon social y político, si destapamos la hipocresía y los disfrazados conspiradores. Identificarlos ante la sociedad con argumentos sólidos que aún con una justicia negligente y cómplice, no queden impunes. Echarnos la culpa o culpar el pasado, ya no es necesario y mucho menos será provechoso ante el resentimiento y odio social infundido por años por quienes hoy dominan el sistema político. Traiciones políticas son el cristal roto que corto la sociedad en indiferente actitud y la ética desapareció del contexto social. El silencio se convirtió en la zona de confort y prevaleció el YO como principio. Algunos excelentes analistas y escritores patriotas y comprometidos con la nación y su actual crisis social, nos hablan del Titanic como reflexión al hundimiento, al iceberg, a la noche fría y a los náufragos. Una historia que marcó su propia historia y retos. Una historia que como Colombia, nunca creyó que fuera a pasar lo que sí sucedió. El iceberg comunista floto pasivo en aguas mansas en su superficie y las turbias y profundas iniciaron a correr el sistema social. Los vigías anunciaron el bloque de hielo sin ver su profundidad y aunque el timonel giro, la acción corto el hiero de una nación basada en su ley y constitucion. Aunque la alarma se dio, los miles de pasajeros no creyeron, o pensaron, aquí nada pasará, pues fue la mentalidad que influyeron para convencer que si podría ser, pero nada se haría para salvarse de. Un barco de cuatro chimeneas que zarpó al éxito y el reto a Dios lo hundió. Colombia vivió muchos años como el país del sagrado Corazón, hasta que llegó el liberalismo e ideologías que retaron a Dios y así comenzó el hundimiento total. Santeria, Ateísmo, Ideologías, Doctrinas, todas enfocadas en destruir o es que hemos visto construcion social. Destruir el barco es hundir la nación. Tenemos que destapar las alcantalliras y darle nombre propio a los conspiradores hipócritas que pretenden ahogar a los náufragos del Titanic. Los argumentos sólidos y verídicos los tenemos y no podemos callar conociendo la realidad y su verdad. No podemos dejar que la historia sea tergiversada y distorsionada por cómplices que vendieron sus principios y valores a cambio de coimas y ambisioso poder, el cuál es como la vejez que aún con maquillaje las arrugas se ven. Asi cómo varias naves cercanas atendieron el llamado de emergencia del Titanic, somos millones de patriotas y otros indiferentes que no nos doblegamos ante los propósitos hipócritas del globlalismo y sus nefastas acciones. Alemania superó su proceso posguerra con dignidad, Singapur te estructuró su sociedad del caos criminal y corrupción, El Salvador impuso la ley y doblegó el crimen, Guatemala y Honduras su ejemplo le siguen, Paraguay retorno a su ley, Brasil aún mantiene su curso y Perú despertó, Colombia no será diferente ante la impunidad e imposición del narco estado Aurelista. Con la verdad y argumentos sólidos, recuperamos esta gran nación. La confusión satanica, la involución social, la cero ética y principios, la inmoralidad son el oxígeno del globlalismo inquisidor transformando la sociedad a su esclavitud y dominio sin escrúpulos. Somorra y Gomorra dejaron su huella en cenizas del castigo poderoso que cambio la estructura y comportamiento social y de allí la evolución de la humanidad resurgió. Ese proceso no podemos dejarlo pasar en la historia de esta gran nación. Ya hemos sido traicionados por la ambición política que empodero la crisis actual, es ahora nuestra acción patriota que regenera la nación. Colombia no puede ser destruida por la codicia de pocos y la indiferencia de millones. Colombia es una empresa y como tal debe ser gerenciada hacia la productividad, la justicia y su cultura. Los medios de comunicación gran parte de la crisis es de su responsabilidad asumir y respóndele a los colombianos. Donde están nuestras fuerzas armadas? Escuchemos a Oviedo y las verdades dichas, JRUmaña #COL22