El valor de la familia.. una institución en abandono por la humanidad. El interés personal de libertad deja a un lado los principios sociales de la familia y deja ser el verdadero núcleo formador de hombres en la sociedad contemporánea.
Creemos hoy en los valores sociales? De si creer henos dejado a un lado la fuente de ellos , pues es en la familia que tenemos las oportunidades de vivir y formarnos entre los valores y los antivalores. Es en la familia dónde tenemos la oportunidad de convivir con los peligros y las oportunidades, de reflejar nuestras mayores debilidades y que con armonía nos las hagan ver y aprendamos y las superemos, como también nos pueden fortalecer. Preguntarnos si es la familia ese núcleo de la sociedad que nos permite ver reflejada la sociedad misma.? Es hoy el mas grande interrogante.
Las sociedades que se han distraído de este valor familiar (la mayoría), son sociedades que se han vuelto individualistas y por tanto aisladas, y poco preocupadas por sus comunidades ( reflejado en el y los individuos). Una comunidad como la nuestra que se preocupa por la vida social, por la vida que interactúa en los seres humanos, que es solidaria, que tiene alto grado de participación, es una comunidad que refleja el valor de la familia necesariamente. La vida familiar sigue siendo un valor fundamental, es algo que nos identifica y nos marca hacia un futuro. Nosotros como comunidad tenemos que reflexionar sobre la trascendencia y el futuro de la familia y su impacto sobre la comunidad, qué cosas positivas y negativas puede tener la familia, todos debemos participar de forma integral en una planeación y no podemos dejar la responsabilidad a los gobernantes, por ser ella responsabilidad de todos, padres de familia, estudiantes ( hijos), maestros, empresarios.
La familia es considerablemente trascendente en la formación del hombre, por los valores que en la familia misma se viven. Y porque trascienden en el hombre ? Su razón es porque en ella vemos la diversidad, a los hijos se quieren igual, pero entre los hijos existen características diferentes, siendo integrantes de la familia, como padre, hijo, hermano, nos podemos dar cuenta de que somos diferentes, un hijo tiene más tendencia hacia la sensibilidad, y otro hacia los oficios analíticos, y podemos ver cómo unos son más místicos, más reflexivos, y otros más intensos, más atléticos, y con alguno nos identificamos, mas sin embargo a todos los queremos igual independientemente de esa identificación. Nos aceptamos tal cual somos, cuando verdaderamente nos queremos, cuando utilizamos el amor fraterno, perdonamos y comprendemos las características débiles de nuestro prójimo, que es nuestro próximo más cercano en la familia, y al mismo tiempo comprendemos donde están las cualidades y tratamos de potenciarnos lo más posible para ayudarnos unos con otros con las cualidades de cada quien, y nos solidarizamos y en los momentos de tragedia olvidamos las diferencias, y cada quien pone lo mejor de si mismo. Y cuando se trata de dinero, cada quien pone lo mejor que tiene para salir adelante en el problema que se presenta, y si alguno no pone la cantidad que les corresponde, finalmente terminamos perdonándolo, cuando tenemos un amor verdadero, y no nos ciegan las pasiones, la soberbia, el egoísmo, en el fondo de nuestro corazón, dentro de la familia nos perdonamos. Por eso la familia es el reflejo de lo que estarnos viviendo en la vida comunitaria.
En la familia se pueden vivir ciertos valores sin haberlo reflexionado, vivimos en la unidad, generalmente, podemos ver que la familia como formadora de hombres, fomenta valores que nos enaltecen y nos transforman hacia algo mejor, nos hacen reflexionar sobre el servicio, la solidaridad, la fortaleza, la subsidiaridad, valores muy importantes para hacerlos vivos en nuestra familia y en nuestra comunidad. Pero si no identificamos que la familia es formadora de los valores humanos, no estaremos preparados para vivir en familia, e independientemente del rol que nos toca vivir en esa familia, tenemos que estar concientes de nuestro papel dentro de ella y su trascendencia, reflexionando que la vivencia de los valores dentro de nuestras familias, y la experiencia de los otros miembros, nos ayuda a formar nuestros propios valores; las características, los valores y las reflexiones de mi hermano me potencian a mi, y si él da lo mejor de si mismo hacia la familia y yo doy lo mejor de mi hacia ella, nos potenciaremos mejor. La familia nos otorga seguridad, puede otorgar disciplina, y la oportunidad de ofrecer testimonio.
Ciertos valores que podemos practicar de manera individual, la fortaleza, la disciplina, la seguridad, la perseverancia, porque son los valores que nos hemos propuesto para nuestra propia vida, pero, ¿los trasmitimos a nuestra propia familia?, ¿estamos ejerciendo nuestro papel familiar, ¿estamos preparados para formar nuestra propia familia? En la juventud estamos experimentando para tratar de conocer lo mejor de la diversidad y seleccionar en la vivencia, lo mejor que podamos tomar. Cada quien podemos escoger los valores que queremos vivir, seleccionémoslos, no es el valor económico lo que mueve nuestra vida, si es otro tipo de valor, pero complementario. Compartamos sin vergüenza con nuestra pareja, con nuestro hermano, así como con un amigo, con nuestros padres, vivamos una familia mucho más intensa, cumplamos con nuestro rol. Necesitamos mas familias donde se exprese la solidaridad, donde se exprese el deseo del éxito, el desarrollo humano, la fortaleza y la disciplina, la perseverancia, la honestidad, el hablar con la verdad, familia donde no nos de vergüenza mostrar nuestras debilidades, sino que tengamos la confianza para decirlas y ayudarnos a superarlas, afrontar nuestros retos, familias en donde pongamos al servicio de nuestra comunidad, el testimonio de vivir en la unidad, de vivir en el amor, en el amor hacia los demás, hacia uno mismo, y los que somos creyentes, en el amor a Dios. Realmente la superación del hombre, se podría simplificar solamente con la palabra amor, amor verdadero, amor que nos tengamos lógicamente entre hombre y mujer para formar una familia, amor de los padres a los hijos y de los hijos a los padres, amor que da testimonio en las obras.
Nuestra comunidad necesita una transformación, hacia una comunidad progresista, más participativa, más solidaria y subsidiaria, mucho mas conciente de la responsabilidad de los que tenemos más oportunidades, de los que hemos llegado más lejos que el promedio de nuestra comunidad,; si dentro de nuestra familia los mayores tenemos más responsabilidades, por qué no en la comunidad, el maestro, el licenciado, ha tenido más oportunidades, por lo tanto es más responsable, y esa oportunidad debe de estar al servicio de los demás, no al servicio de si mismo, y en el servicio de los demás vendrá tu propio beneficio, experiméntalo. Experimenta la reflexión de los valores dentro de tu familia, y da el paso a reflejarlos a tu comunidad. Ejerzamos ese liderazgo que requiere nuestra comunidad de nosotros mismos para que lo vivamos en nuestra familia, para que dejemos de ser pasivos, y seamos seres activos, propositivos. Que transformemos nuestra familia, nuestro propio ser, y después transformemos nuestra comunidad. Que seamos seres mucho más enriquecidos en lo humano, en lo espiritual, en lo trascendente; que al encontrar el progreso y el éxito humano, también encontraremos necesariamente el éxito económico, eso se da por consecuencia.
Los valores de familia se deben fomentar para la conservación de una sociedad con principios que sirvan de base para el buen desarrollo de la misma. Debemos pues formar verdaderos hogares que fomenten en sus integrantes la cultura del amor, el respeto, la tolerancia, la gratificación,… en fin todo el cumulo de valores positivos que formen autenticas personas integrantes de la sociedad para el bienestar de la misma.
Conclusión.. totalmente personal y suya si leyó este artículo..
José Rodrigo Umaña Martínez
Blanco o Negro
Máscaras de la verdad